Comenzamos a trabajar desde las primeras edades disfrutando de las posibilidades de crecimiento físico, cognitivo y relacional en el momento más intenso y crítico para que se construya su personalidad y se potencien las inmensas capacidades, irrepetibles en etapas posteriores. Por ello en el primer ciclo, con nuestros alumnos más pequeños, orientamos su descubrimiento, experimentación y aprehensión del mundo que le rodea a través de la estimulación sensorial, el aprendizaje por imitación y la creación de un ambiente rico en estímulos ordenados de manera no fortuita, sino minuciosamente organizados al servicio del potencial que cada pequeño tiene para que pueda desarrollarlo con plenitud. Son especialmente bien acogidas por los niños y sus familias las siguientes actividades: los masajes, el cesto de los tesoros, el juego heurístico, el trabajo por zonas de actividad y la estimulación sensorial, motórica y del lenguaje.
Los planteamientos metodológicos son abiertos y diversos, donde la capacidad de innovación y adaptación a la situación concreta deberá ocupar un papel importante.
Con el fin de conseguir el progreso en el proceso de enseñanza-aprendizaje, no sólo en lo que se refiere a resultados, sino sobre todo y fundamentalmente, en el desarrollo del mismo para que se realice con el máximo grado de disfrute y aprovechamiento, trabajamos por proyectos a través de rincones, incentivando el aprendizaje significativo, la reflexión, y la aportación de soluciones a los problemas que el aprendizaje plantea.